Jorge
G. Castañeda
Las primeras elecciones primarias de la contienda
presidencial de Estados Unidos tendrán lugar dentro de ocho días. Se celebran
por tradición en Iowa. Siempre la primera, y New Hampshire la segunda.
Si las encuestas de esta última semana no erraron, Donald
Trump puede ganar ambas contiendas del lado republicano.
En New Hampshire su ventaja es amplia y en Iowa ha rebasado
al segundo lugar por nueve puntos, aunque en esa entidad la gente debe reunirse
en diversas casas-habitación en la noche para votar, en un proceso que suele
desalentar a muchos simpatizantes. Es posible que los adeptos de Trump en las
encuestas no acudan a los caucus de Iowa. Pero si el magnate vence en las dos
primarias, y vuelve a ganar en Carolina del Sur un par de semanas después, va a
resultar muy difícil arrebatarle la candidatura del partido que hizo suyo a
poco menos de los 70 años de edad.
En el bando demócrata, el también septuagenario senador
Bernie Sanders lleva meses aventajando a Hillary Clinton en New Hampshire.
Ahora también la ha rebasado en Iowa, donde la ex secretaria de Estado fue
derrotada en 2008 por Obama, gracias al ejército de voluntarios que invadieron
el estado procedentes de la vecina ciudad de Chicago. Sanders está haciendo lo
mismo, pero con jóvenes activistas de todo el país, concentrándolos en Iowa
para que animen a sufragar a votantes apáticos. No es imposible que Sanders
gane las dos primeras votaciones del país y genere un verdadero pánico en las
filas demócratas.
Es probable que Hillary Clinton sea la candidata de su
partido, pero ya no alcanzará la victoria rápida y fácilmente. Llegará raspada
y cansada a la campaña presidencial de septiembre. A menos de que sus errores
de ahora se amplifiquen y se repitan o que surja una nueva revelación dañina
sobre su utilización de un servidor privado cuando fue canciller. En ese caso,
Sanders puede ser el candidato Demócrata, y Trump le puede ganar. En serio.
Por eso el fin de semana apareció que el ex alcalde de Nueva
York Michael Bloomberg está contemplando una candidatura... independiente para
la presidencia, en la cual invertiría mil millones de dólares de su fortuna. Lo
dudo, pero también dudaba que Trump se mantendría a la cabeza de todas las
encuestas y que Sanders se transformaría en una seria amenaza para Clinton.
Como sigo dudando que lo mejor para México, los países musulmanes y Europa
Occidental sea seguir con la política del avestruz y rezarle a alguien para que
Trump desaparezca. No va a suceder.
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