'El Chapo' en las
encuestas
Jorge G. Castañeda
Muchos han
hecho la reflexión estos días sobre el grado de incredulidad y cinismo que
permea a la sociedad mexicana a propósito de El Chapo. Ya disponemos de datos
un poco más duros al respecto, aunque se trata de encuestas telefónicas
—limitadas todavía a una clase media, cada día más ancha— con muestras pequeñas
—400 a 500 entrevistas— y levantadas de botepronto: entre el 8 y el 12 de
enero. Me refiero a la de BGC-Excélsior y de Reforma, publicadas lunes y
miércoles, respectivamente.
Con una
diferencia —los de Reforma piensan que debe ser juzgado en México, los de
Excélsior, no— ambas reflejan el mismo sentir de los mexicanos a los cuales su
muestra representa. Casi dos terceras partes de los entrevistados piensan que
El Chapo se va a volver a fugar. Casi 60% manifestó una sensación negativa
—enojo, desconfianza, indiferencia— ante su captura. Después de la detención de
Guzmán, tres de cada cuatro mexicanos consideran que las cosas se le están
saliendo de control al Presidente.
Peor aún:
80% manifiesta que la recaptura es solo un cumplimiento del gobierno con su
obligación, y 41% piensa que con la recaptura la violencia en México va a
aumentar. Con dedicatoria a la Secretaría de Gobernación y al Gabinete de
Seguridad, dos terceras partes creen que la detención se debió a los descuidos
de El Chapo, y solo 17% a la eficacia de las autoridades. Por último, según la
más crítica de ambas encuestas, para Reforma la opinión del gobierno mejoró
entre 23% de los mexicanos, empeoró para 31%, y con 42% permaneció igual. ¿Qué
nos dicen estas cifras? Que el sentimiento de euforia expresado por las
autoridades desde el primer minuto (Twitter, Himno Nacional diplomático,
declaraciones de funcionarios y priistas) no es compartido por la población.
Contrasta esto, por ejemplo, con las encuestas sobre la opinión de los
norteamericanos con la caída de Osama Bin Laden. El impacto sobre la popularidad
y aprobación presidenciales, que pronto veremos medida por encuestas públicas o
filtradas, será pequeño y efímero.
Finalmente, volviendo a mi especulación de
unos días atrás, la gobernabilidad de una sociedad tan escéptica, pesimista y
"contreras" se antoja extremadamente difícil. En el fondo, dentro de
sus excesos consuetudinarios y chocantes, el gobierno más bien tiene razón en
mucho de lo que dice sobre El Chapo. La gente, calibrada por estas encuestas,
no. Ahora cámbienle....
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